Publicado el 18 de febrero de 2015 por Shiva Kumar
La administración de la infraestructura de redes y TI se está moviendo hacia el logro de la agilidad del centro de datos: agilidad en la implementación de nuevos servicios de aplicaciones y agilidad en la resolución de problemas de red que causan el tiempo de inactividad de las aplicaciones. La verdadera agilidad en la infraestructura solo se puede lograr cuando los equipos tienen una mejor visibilidad (estado, estado y estadísticas) de la infraestructura y el control de cambios tiene habilitado cierto nivel de automatización.
La infraestructura centrada en la aplicación ayuda a los equipos de operaciones e ingeniería de red a responder rápidamente al tiempo de inactividad de la aplicación, pero la automatización es la clave para garantizar cambios rápidos y sin errores en la infraestructura de la aplicación.
La automatización de cambios garantiza una mejor previsibilidad y disponibilidad de las aplicaciones a medida que los cambios se planifican, diseñan e implementan durante las ventanas de cambio. El Manual de Operaciones Visibles del Instituto de Procesos de TI informa que “el 80% de las interrupciones no planificadas se deben a cambios mal planificados realizados por administradores o desarrolladores”. Un estudio reciente de Gartner proyectó que “Hasta 2015, el 80 % de las interrupciones que afectarán a los servicios de misión crítica serán causadas por problemas de personas y procesos, y más del 50 % de esas interrupciones serán causadas por cambios/configuración/liberación, integración y traspaso. cuestiones.” La falta de procesos y visibilidad en la gestión de cambios genera una gran cantidad de errores de configuración en la red y una satisfacción del cliente cada vez menor. La automatización de la gestión de cambios garantiza mejores procesos a través de flujos de trabajo de aprobación y la integración con herramientas ITSM empresariales y plataformas de automatización de cambios.
Entonces, ¿qué es necesario para lograr eso llamado “automatización”?
1. Una solución centralizada para la gestión de cambios: todos los cambios deben pasar por una ventana para permitir un fácil seguimiento de todos los cambios realizados en la infraestructura. Los informes de seguimiento de auditoría de los cambios permiten una fácil detección de variaciones de configuración en la red y una resolución de problemas más sencilla durante el tiempo de inactividad de la aplicación.
2. Flujos de trabajo personalizables: los cambios deben pasar por varios niveles de revisión antes de que el equipo de implementación los envíe a los dispositivos. Un entorno de producción puede requerir más aprobaciones para un cambio en comparación con los entornos de desarrollo o preproducción. Los flujos de trabajo deben ser personalizables para garantizar que cada solicitud se maneje con el enfoque adecuado. Cuantas más revisiones haya, menos errores de configuración y mayor disponibilidad de la aplicación habrá.
3. Integración con sistemas de cambios empresariales: los cambios fuera de las ventanas asignadas son la principal causa del tiempo de inactividad de la aplicación. La integración permite ´planificar los cambios para garantizar previsibilidad de la aplicación.
4. Administración de la configuración centrada en la aplicación: los equipos de la aplicación deben poder mapear cualquier cambio de configuración en la infraestructura de la aplicación. ¿Qué políticas de firewall cambiaron? Todos los cambios deben vincularse a una aplicación y los equipos de operaciones de la aplicación necesitan visibilidad de la infraestructura del servicio.